Todo arte debe tener algo de imperecedero, alejado de la superficialidad, dejando una huella en quien sabe apreciar la estética que toda producción artística contiene. Nuestros alumnos no dejan de sorprendernos, de enseñarnos. Por eso, desde la primer entrada la actitud de nuestros lectores debe ser la de aprender de los que están aprendiendo.
A veces nos topamos con lo sublime y no lo apreciamos.
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